Sabemos de primera fuente que los tratamientos dentales, sea cual sea, generan cierto grado de incomodidad a los pacientes. Y esto es verdad, aunque el equipo dental haga su mejor esfuerzo, un destartraje (o como comúnmente lo llamamos una limpieza dental) o el hecho de anestesiar es incomodo y algunas veces doloroso, el simple hecho de mantener la boca abierta por varios minutos, produce un cansancio en los músculos de la cara que se encargan de la masticación, este cansancio deriva en un estrés que el paciente asocia al dentista, es por eso que generalmente nuestra profesión es sinónimo de trauma psicológico y emocional.
Afortunadamente la visión de los odontólogos está cambiando, cada vez existe más empatía por la persona a quien se le efectúa el tratamiento, algunos centros aplican hipnosis para el proceso de la anestesia sin dolor, otros ocupan ansiolíticos para manejar el estrés de los pacientes, otros simplemente sédan a los pacientes para que su experiencia sea nebulosa y no pueda recordarse bien.
Ciertamente existen muchas maneras de manejar el estrés pero en las técnicas anteriormente mencionadas el paciente se va a su casa en un estado de conciencia alterado y el problema es solo enmascarado por el efecto de las drogas de sedación.
Siempre nuestra intención como centro odontológico es ayudar a vencer los traumas de nuestros pacientes de la mano de otras disciplinas como la psicología y ahora estamos recurriendo a los masajes. Es ideal que al paciente se le escuche el porqué de su miedo, pudo ser una experiencia traumática del pasado, el desconocimiento del tratamiento que le realizarán, si de verdad vale la pena realizarse el tratamiento propuesto y en último caso, está siempre voz interna que repite incansablemente, estoy pagando para sufrir!

En K'umara apostamos a mejorar la experiencia en la atención para que esta sea una atención inolvidablemente grata y para ello, además de ofrecer una atención odontológica cercana, empática, oportuna y de una excelente calidad, incluímos el masaje de relajación y la digitopuntura craneofacial, dos técnicas que hacen que ir al dentista no sea sinónimo de sufrir, ni que tampoco el paciente tenga que prepararse psicológicamente antes de la atención, sino por el contrario, que el paciente esté seguro que es donde el dentista y su staff de masoterapia, el lugar donde se puede relajar y dar tiempo para que lo mimen y lo sanen al mismo tiempo.
Si te interesa esta nueva modalidad de atención y la quieres probar para ti o un amigo/a
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